martes, 15 de diciembre de 2009

Silencio

Me viste de frente
La pasión desbordaba el silencio
Sonriendo me diste
Aquel beso que sacudió todo en mí

Intento Comprender
Cuando estoy contigo en el silencio
La pasión violenta
Las palabras que entretejes para mí

Tu mirada en mí
La cálida sensación de tranquilidad
Amor efímero…
Abandónate en mí, ¡ámame siempre!

sábado, 7 de noviembre de 2009

Me toca

Según lo acordado hace ya varios meses cuando se inicio este blog se supondría que es mi turno de escribir, no tomemos en cuenta otras partes del acuerdo por favor. Pero lo cierto es que muchas situaciones me han ocurrido, y realmente me han distraído de esto, o más bien me distraigo a propósito para no pensar… y eso estamos de acuerdo no va de la mano con (los intentos escuálidos y carentes de ingenio para alguien que realmente no sabe propiamente) escribir.

De hecho esto es un intento de lo mismo, y de disculpa, disculpa para mí también ya que viendo las fechas de mi propio blog, el cual hace semanas (por no decir que tal vez meses) ni siquiera había tenido la consideración de visitar aunque sea por nostalgia o alguna estupidez de tipo sentimental… Como decía, disculpa para mí también, ya que me he quedado sorprendida del tiempo que ha transcurrido desde mi último post… aunque también creo que es parte de mi naturaleza, tiendo a ir dejando a las “cosas” de lado poco a poco, sin darme cuenta, soy una persona con una escasa convicción hacia los compromisos de cualquier índole, y por lo tanto me la paso buscando siempre zonas de confort, eso sí, no dejándolos del todo sino manteniendo una relación laxa con el “objeto del compromiso”, o sea soy total y completamente inestable, soy inconstante y me canso demasiado rápido, por ello tiendo a abandonar(me), sin notarlo, por temporadas, lo cual explicaría demasiados episodios de mi vida. Y bueno, de qué va esto, si no se me ocurre nada que decir al menos puedo poner aquí una especie de vomito mental/emocional, sin llegar a convertirlo en un diario, a manera de excusa por tal abandono, el cual de cierta forma, a pesar de lo dicho antes, me sorprende.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Iusión

Vomitando las ideas de ti, difamo el sentimiento que me oprime
Y no, ya no quiero que se oponga entre la pared grisácea
De ti y de mí

Obstruyes la vista del nuevo mañana
Que se avecina allí tras el alba violácea
Que se centra en mis pupilas
Hoy, esa misma que ayer

Desentonando desciendes como escudriñándote
En la lúgubre esencia de lo que viene
O, ¿lo que vendrá?

Y ya no se si te tengo o si te perdí
Si aun revoloteas en mis tripas
O si, peor aun, profanas con mis sueños
Siempre, justo como hoy

No soy yo
Cuando te nombro y me enfermo

¡No soy yo!

Obstruyes
¿Mi realidad?

Mi todo, lo adoleces
¡Desaparécete!
Tras la negra noche, esa que te adormece
Cuando estoy, y cuando me voy…

viernes, 31 de julio de 2009

Calle. Gente. Prisa.
Caminar. Tropiezo. Mirar. Ríes. Continuar.
Distraído. Cielo. Presentimiento. Volteas.
Alguien. Mirada. Miedo. Sigues.
Cautela. Volteas. Persona. Gente. Zigzaguear.
Respiración. Palpitar. Rápido. Cuadras.
Volteas. Gente. Él. Corres. Avanzas. Gente. Perderte.
Desesperado. Sorpresa. Atrás. Él. Volteas. Gritas.
Golpe. Dolor. Sangre. Gente. Gritos. Pánico. Miedo.
Rojo. Blanco. Negro. Silencio.

miércoles, 8 de julio de 2009

¡Sos ajena!

Hoy escribo lo que cruza mi mente, sin afán
Y la luz que me hacia distinguirte, se abstiene
La exprimo exaltada pero, sos invisible

Y dibujo en el aire con el dedo tu silueta
El chispazo de lucidez que atraviesa mi pupila
No logra verte, ni tenerte

Vuelo alto, bien alto pero no te veo
No se lo que tengo, ni lo que traigo
¡Pero te busco! Y la luz tenue, violenta

Hoy escribo lo que me atrevo a pensar
Cuando estoy a solas
Y cuando no hay nada cerca y sos constante

Pienso hábilmente que solo me hace falta
Cinco minutos más para aferrarme a la idea
Que no volverás y que, hábilmente ¡no te tengo!

Seguir escribiendo lo que cruza mi mente
Cuando me faltás y tu mirada no deja mi puerta
Me atrevo a decir que sos invisible

Que sos ajena…

viernes, 3 de julio de 2009

Ergo...



Pienso, pienso, pienso, pienso, me pierdo y pienso y me vuelvo a perder…
Las noches se vuelven más largas y la gente solo me da la impresión de que me hace perder el tiempo. El alcohol no es suficiente y los cigarrillos se acumulan constantemente en el cenicero.


Diariamente camino sobre un redondel, mismo que me asfixia. Busco no se qué, pero solo sé que busco algo que necesito, no sé qué, pero lo necesito. Caminatas largas apaciguan ese revolcarme constantemente ante una idea que no llega clara, que parece un fantasma.


Los espejismos se vuelven indelebles ante mis ojos cansados y secos por el desierto de asfalto, las figuras semitransparentes flotan con desfachatez no importando la dirección a donde mire, y solo pienso… no se que pienso. Miro mis manos y me doy cuenta que soy un cuerpo opaco, transparente, casi inexistente, que merodea y hurga en su propia realidad para no encontrarse... Esa idea, esa maldita idea que no deja de llegar y tampoco llega concisa, se convierte en un ansia extraña, en una preocupación, como la mayoría ABSURDA y ridícula.


Entonces... me decidiré, esta vez no será una caminata, correré cerrando los ojos hasta el final de esa línea ¿Hasta dónde llegará? ¿Cuál será su límite? no importa. Dejare que el aire choque contra mi cuerpo para al fin sentir algo real, tomare vuelo, no me detendré aunque el miedo merodee inmisericorde por todo el cuerpo; mis piernas no pararan yo tampoco lo hare. Tomare vuelo, no hay nada que me detenga, iré más de prisa y entonces… el vértigo me amputara los sentidos y todo se detendrá mientras yo aun sigo escapando de la circunferencia en el que todos estamos inmersos.

miércoles, 24 de junio de 2009

Incomprension

¡Hazme tuya! Grito con fervor la linda muchacha una preciosa mañana.
La veía a través de la amplia ventana que daba hacia la otra habitación donde un cigarro se posaba gentilmente en mis manos, no tenía ganas de nada, ni de ella, ¡ni de nadie!
Camine varios pasos hasta donde estaba ella postrada en su lujuria diciéndome con pasión como quería que la tocara, yo tan solo la miraba fascinada.
¿Cómo puede desearme cuando yo estoy distante?
No tengo ganas de ti, le dije, cortante, déspota y ruin.

¿Ya no me amas? Dijo con la cara impregnada en angustia y desesperación…
¡Te amo con locura! Exclame mientras tomaba con mi palma la mitad de su cara y sentía el tacto de su piel ¡Rozagante y canela! Como le amaba, ¿Cómo podría dudarlo?
¡Entonces, tócame! Decía con pasión y tenia en los ojos esa mirada de fiera que en muchas ocasiones ha carcomido mis entrañas, pero hoy no, simplemente hoy no.
No tenia ganas de ella…

No tengo ganas de ti, dije apartando mis pasos de la habitación…
Mientras en mis tímpanos bailaban sus sollozos camine de regreso y pregunte ¿Por qué lloras?
¡Ya no me amas, no soy nada para ti! Dijo mientras sus lagrimas engrosaban y resbalaban despacio por sus mejillas, me partía el alma verla llorar de esa manera.

Clave en sus labios un fuerte beso, mientras mis brazos rodeaban su cintura. Te amo hoy más que ayer, ¡no podría figurar mi vida si faltas tú! ¿Es tan difícil de comprender? Que hoy, simplemente no tengo ganas de ti, ni de nada ¡ni de nadie! Dije en vano mientras ella dejaba la puerta de la casa, dejándome sola hundida en algo que ni yo misma soy capaz de explicar.

miércoles, 6 de mayo de 2009

the nothingness

El suspiro del exilio me anuncio,
Tan solo borroso se me aparece el horizonte, difuso
Y soy como quien quiere encontrar alguna respuesta

¡Nada!

Te imagino rodeándome
Y las agonías hacían guardia tras tu espalda
Y soy como quien rebusca algún rincón para refugiarse

¡Nada!

Inhalando cada átomo de ti
Aire que enmudece mis sentidos
Y mis sombras que están entre tus manos

Nada, estas tan llena de nada
Y no logras encontrar una salida
¡Se te entrecorta la vida!

Tras los muros del silencio
Logro resguardarme y ahora
Yo soy la que me parezco a la nada…

¡Nada!

Inerte
Y soy como la duda
Que busca masturbar todos tus sentidos

viernes, 1 de mayo de 2009

Sin remitente, ni destinatario V






Y profano tus recuerdos para enaltecer mis memorias buscándote en otros besos, en otros cuerpos, en otras voces… buscándote en otras personas.

En ese idilio de encontrarte en donde nunca te hallare; en las copas, en las botellas, en los sorbos, en los suspiros, en las notas, en los aromas, en los reflejos de otros ojos y tal vez en un beso, de esos, que por la ebriedad se dan en algunas esquinas de calles y bares, de voces y música, de conocidos y desconocidos, de encuentros y separaciones; solo me han quedado seis monedas, cantidad suficiente para cubrir el costo del regreso, ese en donde recorro toda la ciudad de noche guiada por la estela de alcohol que derrama mi mirada, bajo ese cielo oscuro, con el golpe de aire fresco colándose en mi cabello; y así repaso mirando las caras nuevas, desconocidas, frescas, para buscar sin sentido tu rostro en el de los demás.

Mas, sin embargo, se que tu también haces afán de la misma tarea, y tal vez no conmigo, y no me incomoda, ambos sabemos quiénes somos, o al menos eso pretendemos, amantes de esa búsqueda de la nada en el tiempo, en el espacio, en los cuerpos, en las palabras, en los alientos sofocados… Reflejos de lo mismo en cuerpos separados.

Por lo tanto querido mío, te recuerdo que soy de nadie, al igual que tu, esa soy yo, la que te ama y ama con demasiada liviandad; la que te busca en donde no estás, la que no se detendrá ante las memorias cálidas de aquellos encuentros… la que buscara sin cansancio entre sabanas nuevas las caricias del ayer.




"Me enamoro facilmente, es mi formula para ser miserable"
Béatrice (Petites Coupures de Pascal Bonitzer)

miércoles, 22 de abril de 2009

Sombras

Tu mirada distante y tus manos
La suave caricia y los gestos
Los besos y las miradas…

¿Me sientes?

Mi recuerdo y tu agonía
Tus disculpas y mi negación
Mi cinismo y tu cara…

¿Te duelo?

Tu llanto y mi indiferencia
Tus manos que buscan las mías
¡Y las mías que huyen de ti!

¿Me extrañas?

viernes, 17 de abril de 2009

Sin remitente, ni destinatario IV






"Hoy las relaciones oscilan entre la fantasía y la pesadilla, y no hay forma de saber en qué momento el amor se convierte en lo opuesto." A. Roemer



[Los vicios siempre serán los entes más difíciles de abandonar]

Mi mente me persigue para encontrarte convirtiéndome en un miserable, que inmerso en su desesperación, se hunde cada vez más en su adicción… Soñar, pensar, vivir en el pasado.

Elucubrando en el hubiera, voy tejiendo más y más a mi espalda esa desesperación que me carcome len-ta-men-te… para así no dejarte, para así no olvidarte; porque ingenuamente aún creo que existes, ingenuamente aún espero por ti…

Mi mente me persigue para encontrarte porque sabe que siempre hay que ir a algún lugar, aunque sea ese que nos hiere en la más imperceptible levedad de la diaria expresión de lo que es o que nos hiere por esa diaria expresión de lo que somos, gobernados por la monotonía.

Dejándonos arrastrar por esa costumbre gris, esa desgastada conocida, que constantemente cubriéndonos los ojos, nos lleva de la mano mientras camina a nuestro lado a lo largo del trayecto, susurrándonos sensual y persuasivamente al oído: Siempre hay que ir a algún lugar… aunque sea de regreso a casa, vicio amado mío.


miércoles, 15 de abril de 2009

amor

Apresúrate… que su recuerdo latente te pisa la sombra
¿No te das cuenta, querida?
Corre, dispérsate por la maleza no dejes que te alcance,
Se sigilosa en calamidad tan grande…

Que tus pasos borren la agonía
¡Corre… Te persigue!
¿Su recuerdo se mitiga en la maleza?
Aférrate a tus pasos, no los dejes ir

Cierra los ojos, ¡No pares!
Esta tan solo a centímetros de ti…
¿Como en todos los momentos de tu vida?
Te seduce
Te engaña
Te mata…

¿Te duele?

viernes, 10 de abril de 2009

Entre las líneas de un cuento que nunca acaba



- ¿Vivir?



Y siento que el tiempo me alcanza.

Me toca, me roba y me ultraja.

Toma ventaja de mí, me olvida.

Me mata...


- Vive.

miércoles, 8 de abril de 2009

Colores...

La hierba entre mis dedos se consume…
Mil neuronas vuelan hábilmente,
Danzan al compás de la soledad

El dolor que antes punzaba mi pecho,
Lentamente se consume
¡La memoria se esfuma!
Y los sentidos agudizan…

Y así lentamente la hierba se consume
Se quema en el silencio…
Me escondo bajo los destellos de luz que tiene mi mente

Finos hilos de humo,
Juegan a hacer figuras sobre mí
No se ya bien si es realidad o ficción lo que veo
Pero puedo ver que en ellos se forma tu silueta,
¿Y se forman las silabas de tu nombre?

Así lentamente la hierba se acaba
Con ella se acaba mi dolor…
¡Se agudizan los sentidos!
Sin embargo…
¿Persiste la memoria?

¿Persisten los recuerdos?
Y en medio de la soledad…
La realidad vuelve a empezar

viernes, 20 de marzo de 2009

Embriaguez…

Viene luego la promiscuidad de los brindis, conforme van saliendo las cosechas al mercado. Hay que compartir el amor, porque es una fermentación morbosa, se sube pronto a la cabeza, y nadie puede consumir una mujer entera ¡Kalenda Maya! la fiesta continua, mientras ruedan por el suelo las botellas vacías.
Kalenda Maya. EL bestiario de J. J. Arreola


Amo la ebriedad, que me hace pensar en aquellos momentos merecedores de un espacio en la memoria. Amo ese entumecimiento general de mi cuerpo, que a la vez me permite concentrarme en las cosas que bien valen la pena. Amo que el alcohol me lleve a ti en los instantes que más te deseo o que me haga desearte al instante. Amo como la música resuena en mi cuerpo cuando el alcohol lo recorre totalmente, vibra conmigo al fluir de mis venas inyectadas de esa liquida emoción exaltada. Amo la manera en que mi cabeza puede llegar a perderse en un lugar recóndito del inconsciente, permitiendo liberarme, contarme cosas sin tanto recato… consumarme en solitario. Amo poder concentrarme en las imágenes de tu cuerpo reflejadas en el mío, en todas las sensaciones que le rodean, sentir ese cosquilleo, que incluso a veces, llega a entorpecer mi vista y tal vez la lógica del movimiento o la razón; pero en la mente las ideas son firmes y claras, imágenes de ti (y de otros más), aunque sea en el lapso de un trago... amo las pláticas de los ebrios, como las nuestras; enormes causes de soliloquios emanando de las bocas de las botellas para llegar al fondo de nuestros vasos, uno tras otro tras otro; ese constate repetir líneas, pero las importantes, siempre quitando la paja que habitualmente usamos con la excusa de “expresarnos correctamente”… cosa que jamás sirve, ni sucede, ¿estamos de acuerdo?

Amo como las ideas fluyen con cada trago, esa bebida en mi sangre siempre recorriendo todos y cada uno de los rincones… Amo… Amo a mi cuerpo estupefacto de ese elixir, el saborear su avance reptante por mis venas, apreciar el gobierno de lo desconocido y espontaneo, ese portal único que la embriaguez da. Amo la manera en que puede relajarme y darme cuerda, ese combustible delicioso que pocos comprenden, así como tú.

Amo como me invade lentamente apoderándose de mi cuerpo para dejarle libre y congruente con mi mente… Amo, simplemente amo, el sentir de todos mis poros en esa invasión renovadora que relaja de manera extasiante los músculos tensos por tu ausencia…

Amo ese cansancio placentero, abrazador y reparador que únicamente el alcohol puede darme, y en ocasiones tu cuerpo…

La embriaguez… amo ese resabio dulzón, tan parecido al sabor de algunos de tus besos.


miércoles, 18 de marzo de 2009

¡Tenaz!

Exasperando la realidad vislumbro
En el claro, espeso tu mirada taciturna
Y afable me golpea seco y tenaz

De bruces en el piso, te siento inerte
Y en el claro de mi existencia, descubro
Tus pasos efímeros y caminan sobre ti

¿Puedes oírme gritar?
En el acto de la desesperanza, veo
Tus manos secas sobre las mías

Y tu ¿solo existes?
Sobre el claro ves reflejado tu rostro
Es espejo de tu realidad…

Cual cruel juez, te veo
En mi pupila se reflejan tus lágrimas
Mírame de frente, sin desviar la mirada

¡Grita! Todas tus falacias…
No me duele, ni lastima
¿Puedes sentirme?

La realidad te golpea, ahora
Te das cuenta de fauces en el piso
Y ¿De que sirve?

Si me deslizo de tus dedos
Y escapo de tu claro, huyo de ti
De tu incierto destino ¡De tu absurda realidad!

viernes, 6 de marzo de 2009

Sin remitente, ni destinatario III





Soy un recuerdo que se guarda por nostalgia colgado en el olvido…

Por ello, resanas con caricias lo descolorido de mi piel y matizas las imperfecciones de mi cuerpo, causadas por los maltratos del uso negligente que le he dado.

Con el roció de tus palabras, riegas mi herrumbrado cuerpo para darle frescura; haciendo que el oxido de este arrinconado objeto se desvanezca por breves momentos, invitándolo a relegar su condición de huésped en el oblivio.

Cada vez que sales de mi, robas vida. Al penetrar, tu arpón se engancha de lo mas etéreo de mi cuerpo; jalando con rudeza y grosería lo restante de mi alma remendada, llena de puntadas rusticas hechas por la mano del tiempo y la indiferencia…

Mi sangre se evapora destilando sueños, fantasías e ideas de ti…

Y, a pesar de minar un poco más mi existencia por lo vacía que me dejas, lo compensas con halitos de dulzura y suspiros de esperanza, que sabiendo bien tu pecado de arrebato, cubren suavemente los huecos de esa superficie ya de por si erosionada por las constantes malas temporadas.

Con el calor de tu cuerpo alteras mi estructura, fundiéndola con nuevas perspectivas, resaltando elementos escondidos o ignorados, permitiendo así la posibilidad de vislumbrar nuevos paisajes, con cielos multicolores de cambiantes estaciones.




lunes, 2 de marzo de 2009

¡Mentiras que vuelan!

Pues... esta siempre ha sido mi historia, tengo el mal hábito de no conocer verdaderamente a la gente o por el contrario creo que les conozco de verdad, sin la más remota duda. Lo malo es que no importando mucho eso, siempre termino estando equivocada, y siempre lo noto en los momentos menos adecuados o donde en definitiva no me es nada útil saberme equivocada.

Que me mienten o no... La verdad muchas veces me es indiferente y vivo como cegada por un manto. Quizás es tan solo que confió demasiado y vivo así día tras día, tras día... En fin... a lo que me gustaría llegar es a una de esas tantas ocasiones en donde, ya tardíamente, me doy cuenta de ello; y bueno, la verdad no importa cuánto me pase, nunca aprendo.

La última ocasión fue muy impactante... recuerdo verlo sentado ahí, acusado de un incidente, le conocía de toda la vida, y aun así era incapaz de saber qué posición tomar. Le habían acusado de un incendio.

Con lagrimas en los ojos le pregunte muchas veces, le implore que me dijera la verdad... y con sus ojos marrones fijos en los míos me lo negaba una y otra vez. Todas las pruebas lo delataban, era evidente, ¡era culpable! y él ¡me mentía! me mentía con descaro, me sostenía la mirada de regreso y me decía un ¡NO! con una seguridad que asqueaba por la cantidad de cinismo.

Todos, todos sabíamos la verdad, todos y cada uno de nosotros sabía lo correcto… Si no ¿por qué la mayoría lo diría? ¿Por mala fe? no lo creo, más bien era porque la sentencia era la correcta: Él era el culpable; e impúdicamente reclamaba justicia; clamaba por otro nombre, según Él era el nombre del verdadero culpable…

¡Acaso eres ingenua! ¡Qué la realidad no te golpea! ¡No te das cuenta! me decían todos sin parar, si me veían titubear por pensar que tal vez no era culpable... pero cuando las suplicas de sus mentiras me hacían doblegar mi juicio, aunque fuera un poco, los demás me corregían. Él me abrumaba con sus descaradas palabras, entre las luces escasas del pasillo, entre la humedad de las paredes pidiendo que lo apoyara en su mentira… como me hace daño pensar en esos momentos en que casi me hizo caer...

Cuando al fin fue llevado a juicio, ante todos, dándose a conocer el veredicto final, culpable del incendio con la finalidad de matar a las personas dentro de esa estructura tan endeble, la gente gritaba ¡Asesinato! ¡Asesino! ¡Culpable! … recuerdo con claridad sus últimas palabras que entraban carcomiendo mis sentidos:

-¡¿Por qué no me crees?! ¡Pensé que éramos amigos!- gritaba desde aquel estrado, era desgarrador verlo y aun mas oírlo.

-¡Yo si te creo!- le decía a manera de consuelo ante lo inevitable, con lágrimas en los ojos.

-¡Haz algo entonces!- decía insistente y desesperadamente, escupiendo saliva, con los ojos desorbitados por el miedo.

-Las pruebas te acusan querido, yo no puedo hacer nada- le decía mientras trataba de que creyera que estaba cegada por su mentira.

Vi como le ahorcaban, como pataleaba, y al final como quedaba su lengua expuesta, esa que incluso en el último momento siempre me dijo mentiras…


Camine lejos de ahí no soportaba ver su expresión… con una mano extinguieron su aliento. Pobre, pensaba, mientras cabizbaja regresaba a mi casa lentamente.

A la mañana siguiente, alguien se dijo el verdadero culpable, alguien al cual yo también conocía, dio pruebas y dijo como planeo todo, incluso la culpabilidad del otro al cual ya habían juzgado. Cuando la noticia se esparció por todo el lugar, me sentí indudablemente culpable por la muerte de mi querido amigo… me daba cuenta de lo malo que es el sistema de justicia guiado por las muchedumbres, que desconocen todo detalle… y mas cuenta me daba yo del poco juicio y convicción que tengo, de lo mal que conocía a ambos, pero aún más de lo peor que me conocía a mí, esa persistente desconfianza invasora que me arrastra con el vulgo… pero ya era demasiado tarde para esa reflexión…

viernes, 20 de febrero de 2009

Dicotomías, blah, blah



Choque de palabras.




Si.
Cierto. Continúa.
Avanza. Entra. Consiente.
Da. Asiste. Acepta. Ahorra.
Construye. Mejora. Inicia. Conecta. Crea.
Aprehende. Revive. Inhala. Concilia. Evoluciona. Sorprende.
Cree. Ama. Recuerda. Ríe. Externaliza. Desnúdate. Ábrete.
Concéntrate. Empuja. Atiende. Ingesta. Salta. Acciona. Sigue. Aclara.
Comunica. Utiliza. Naturaliza. Reflexiona. Bebe. Concientiza. Renueva. Descubre. Resana.
Sensibiliza.
Repara.
Nace.
Muere.
Rompe.
Insensibiliza.
Hermetiza. Desperdicia. Exagera. Inflexiona. Escupe. Aliénate. Desgasta. Cubre. Horada.
Dispérsate. Jala. Ignora. Vomita. Agazápate. Reacciona. Para. Distorsiona.
Duda. Odia. Olvida. Llora. Internaliza. Vístete. Ciérrate.
Suelta. Languidece. Exhala. Discute. Involuciona. Decepciona.
Derrumba. Empeora. Termina. Desconecta. Borra.
Quita. Falta. Niega. Derrocha.
Estáncate. Sal. Maltrata.
Falso. Detente.
No.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Que sobran las palabras...

¡Calla!

Escucha como la lluvia dice tu nombre…

¡No hagas movimiento alguno!

Ven acércate, lentamente…

¡Calla!

Con un suave roce,

Haz que tus besos se ahoguen en las gotas que caen

Mírame, directo a los ojos…

No gesticules palabra alguna,

Solo quédate en silencio

¡Déjame admirarte en soledad tan grande!

¡Calla!

Que no sirven las palabras

Cuando se cruzan las miradas

Que de nada sirve que me hables

Si ahogare tus palabras con mis labios…

¡Calla!

¿Qué acaso no ves la belleza del silencio?

No, no dejes de percibir lo que mis ojos transmiten

Solo, ¡guarda silencio!

¡Calla!

Y, bésame una vez más…

¡Ven, acércate!

Perdámonos, despacio, en la eternidad…

lunes, 16 de febrero de 2009

Lineas



Mi mente dispersa ya no atina,
mientras veo hacia arriba, el recuerdo se alinea.
Mi mirada cambia y se olvida.
Me paro de golpe, me digo ¡respira!

Caigo en la espiral de la mentira
y el susurro lentamente… suspira.

Cierro los ojos, viva fantasía;
abro los poros, deleite, alegría.

¿Tu recuerdo ahora parece melancolía?


viernes, 13 de febrero de 2009

Sin remitente, ni destinatario II

 



Si he de estar condenada porque mi espíritu es libre… y mis días se acumulan, uno a uno como las trancas que me asedian, formando barreras inexistentes pero poderosas como espesos muros que me enclaustran en la repetitiva vida, la vida sin ti. Espero, al menos, tocar con mi voz aquellos lugares donde te encuentres, dejar que mis pensamientos viajen hasta tocar tu piel, lograr que mis sueños besen tu cuerpo, que mis deseos puedan susurrarte todas las palabras que yo jamás podré, y mi alma me abandone para convertirse en la perenne sombra acompañante de los caminos difusos que recorres constantemente.


Si no he de poder estar contigo porque el tiempo y las circunstancias son el enemigo, aguardo el momento en que el cansancio de nuestros cuerpos se conjuguen, desvanezcan la distancia, la hagan más breve, esperando ese ligero descuido; aquel donde las montañas y los mares, la brisa y la niebla no nos miren; permitiendo movernos en las mismas líneas de un verso que aún no se escribe.



miércoles, 11 de febrero de 2009

¡Me dio en la sien!

Que feo es cuando a uno se le viene la realidad de golpe
¿No?

Y cruzó la puerta, me atravesó con la mirada

Una, dos, tres punzadas directas al corazón.

-¿Por que estas tan sola?- dijo mientras se llevaba ala boca una botella de cerveza.
-Por que quiero- conteste, patéticamente con la mirada fija en el cuarto de enfrente…
-Me voy, no te soporto…- gritando las últimas dos silabas detrás de la puerta

¿Cómo decirle?
Que sus caricias no me llenan
Y que he dejado de amarle…

Sentada, deseando que mi nuevo amor asome por la ventana
Espero…

A lo lejos escucho el motor de su auto alejarse un poco, cada vez, más lejos
Se que esta furioso, que no quiere saber nada mas de mi en las siguientes dos o quizá
tres horas
Como me gustaría poder armarme de valor y decirle
¡Amo al vecino, y lo contemplo en su ventana!
Y que no quisiera saber nada de mí…
Y poder medirlo en años
¡En décadas!

Sentada, espero…
El cuarto sigue tan oscuro como antes
No se advierte ningún movimiento…
-creo que hoy no vendrá…-digo resignada para mis adentros
Doy cinco o seis pasos a la cama
Oigo el timbre de la puerta, veo quien es desde el ventanal de arriba
-¡es el!- me grito exaltada

Trae consigo un sobre blanco
Señor y señora de nombre bonito
Pone al frente, caligrafía impecable…
Tres palabras resuenan en mi mente
Amor
Eterno
¡Boda!…

Y la sonrisa de oreja a oreja de el, le soy cortes
Sonrió también…
Con el corazón en la mano, la extiendo y recibo el sobre
¿Con agrado?...

Subo a la silla de nuevo
Y le veo sentada en su cama…
Un beso tierno y apagan las luces.

¿Yo?
Con más de veinte lagrimas que resbalan por mi rostro
Escucho el auto de mi marido
Le recibo, con un beso en la mejilla
Y cuatro o seis palabras de perdón…

Me digo
¡Bienvenida a la realidad!

lunes, 9 de febrero de 2009

Voyeur




"I push my fingers into my eyes, is the only thing that slowly stops the ache"
Duality - Slipknot



Estoy harto de que la gente no valore sus ojos… No se dan cuenta si quiera que los tienen puestos, ¡no miden su importancia! No miden cuanto les pueden dar, cuanta belleza pueden admirar. ¡No! Ellos no saben lo que yo sé, no ven lo que yo veo en las cosas, incluso en ellos mismos.

Me gustaría sacar un par de cerchas del armario, ponerlas juntas y sacarles los ojos, hacer que la punta metálica penetre lento, se deslice despacio en los humores del ojo, ver como pierden su vida y al final retorcerla con fuerza, recargándome más para sacárselos de un tirón… uno por uno, como tapones; ver que les sangren intensa y fugazmente, que incluso me salpiquen con su gesto de horror, que padezcan, que se den cuenta que lo que tenían es valioso. ¡Sí! Hacer varios pinchos con ellos para poder ver si así logran apreciarlos. Son tan patéticos ¡no se dan cuenta! No miran que las cosas son de utilidad, que tienen esencia, valor; les despojan de su sentido, de su totalidad…

Aunque, en este mundo; ya hecho trizas y bastante desgastado, descolorido e insípido; no queda mucho que ver realmente… ¡Siempre lo mismo! ya no hay novedad… Donde han quedado todas esas nuevas miradas al día o las faldas levantadas por el viento que dejan en las mujeres un hermoso gesto de confusión y bochorno, donde han quedado las risas honestas y el gesto extasiado. Solía ser un deleite estar postrado en cualquier rincón y quedarse ahí con los ojos bien abiertos, admirar el pasar de la gente, ese mar de gente… Ahora todo es imitación, repetición artificial y hueca ¿Dónde ha quedado la hermosura y el deleite de observar a la gente?

Y aún de noche, repasando mis pisadas dadas en el día, le doy vueltas al asunto. ¿Dónde está el amor de hacer las cosas? como extraño su presencia… Antes era divertido observar como la gente corría de un lado para otro, pensando en lo que fuera, en lo que harían, en sus problemas; absortos en ellos mismos, mientras sus gestos los delataban, pero ahora ya todos son autómatas, caras grises, sin inflexiones, sin gracia. ¿Dónde quedaron las gamas de las emociones? ¿Dónde está la diversión, el gusto de observarles?

Camino y veo alrededor entre las ventanas y las puertas abiertas. Mis zapatos, opacos por el polvo del camino que recorro (camino que ya nadie utiliza), resultan más interesantes que ver a esas cosas mecánicas, ajenas a mí, que me resigno en llamarlas personas… Qué pasaría si me aisló de verdad, y recreo imágenes para mí, en un mundo perfecto; olvidarme de todos, crear y ver lo que me alimenta. ¡Sí! ¡Ahora! ¡Aquí mismo!

Siento como mis dedos penetran en mis cuencas, empujando mis globos, el dolor es fuerte, intenso; pero la calidez me inunda, la sangre que brota me baña el rostro y me cubre el pecho; me deleita imaginar mi mueca retorcida entre dolor y gozo, se que la gente que pasa ahora me mira con espanto, si es que acaso me saben mirar. ¡Pobres e incipientes! No se percatan de lo alentador que les puede ser la presencia de mi muerte, desconocen del espectacular ejemplo que les doy… Prefiero sacarme los ojos a seguir viendo la ruina del mundo…

viernes, 6 de febrero de 2009

Recreación

Y desde que tocó la puerta todo sonó a violencia…

-¡Sé que estas aquí! – gritó al tiempo que giraba la perilla y empujó la puerta para abrirla.

Podía mirar un poco a través de un pequeño hoyo que había en las pesadas hojas de madera que cerraban la ventana, hoyito el cual había sido originado por él mismo en unos de sus tantos ataques de violencia, causado por la ansiedad y la excitación que siempre le originaban estas situaciones, veía como desordenaba lo ya de por si desordenado de la habitación, buscaba debajo de los pocos muebles que habían: la cama, el tocador de patas largas, en el enorme ropero, rebuscando entre los vestidos largos, pantalones, suéteres y abrigos; y revolvió la montaña de ropa sucia que había en un rincón.

Puso todo de cabeza, aún sin saber exactamente qué era lo que encontraría. Salió de ahí sin siquiera cerrar la puerta, volteaba en todas las direcciones posibles que su cuello le permitía; antes de darme la espalda para seguir en la búsqueda pude ver esa mirada de confusión, él simplemente no sabía qué hacer. Yo sabía que iría a buscarme en el cuarto contiguo, así que aproveche para colarme por la ventana, al momento que se oía que gritaba – ¡Ahora sí! Estas aquí y no te dejaré salir- escuché como le ponía el seguro a la puerta una vez que había entrado, esa habitación era la más grande por lo que le tomaría más tiempo, y entonces rápidamente bajé las escaleras sin hacer mucho ruido.

Al llegar a la planta baja me di cuenta que estaba completamente sola; todo al igual que la pieza de arriba se encontraba en un caos, todo desajustado, el ambiente estaba violentado, intenté abrir la puerta principal pero estaba con llave, ¡eso era injusto! y mi ansiedad crecía; lo bueno es que siempre he sabido cuales son los mejores escondites de este lugar, y por el momento no me encontraría. Pero mi corazón chocaba fuerte y desesperadamente contra mi pecho, la sensación de miedo a que me encontrara empezaba a recorrer todo mi cuerpo, y no podía dejar de sonreír por eso. Escuchar sus pasos en el piso de arriba acrecentaba mi nerviosismo, me avisaba (sin querer) que estaba a punto de bajar, sin pensarlo corrí y atravesé la cocina y salí al patio de atrás y me escondí en lo primero que vi, el locker en donde se guardaban las escobas, recogedores, trapeadores y esas cosas… mi tiempo se acababa.

Encerrada ahí escuchaba lo agitado de mi respiración e imaginaba que tanto haría, esperaba que se diera por vencido y me dejara en paz, o no sé… de pronto escuché las pisadas en el cemento, ese sonido rasposo muy particular cuando hay un poco de arena, mi corazón estaba a punto de estallar, puse mis manos sobre la boca para no delatarme, me acababa de dar cuenta que yo sola me había sentenciado, este era un mal lugar para estar, no puedo correr a ninguna parte. Me atemorizaba el hecho de que no dijera nada esta vez, me empezó a dar miedo su silencio, eso quería decir que estaba seguro y decidido…

Sudaba, por el calor que hacia dentro y por el miedo que me invadía... la amenaza de su presencia era inminente. De pronto las hojas metálicas se abrieron de par en par, igual que mis ojos ante la sorpresa, en escasos segundos vi como su pupila se dilataba y su cara tenía una mueca de placer inmensa que me horrorizó, sentí que algo se desprendió de mi y estuve a punto de llorar pero me lo impidió su grito que retumbaba en esa caja descolorida por lo oxidada:

-¡¡¡TAN, TAN POR GRIS!!! ¡¡¡QUE ESTÁ EN EL LOCKER!!!


No pude salvar a nadie…

jueves, 5 de febrero de 2009

Muchas veces mi mente juega
a hacer versos en medio de la noche
y postrada en la cama, vencida por el sueño
solo puedo materializarlos cuando mis ojos vislumbran
la lampara que enciendo arriba de mi...

vislumbrence entonces.


Me hundo en la inmensidad de mis pensamientos
Masturbo mi cerebro…
Con sombras de recuerdos,
Oleadas de placer inundan cada minúsculo rincón
De la reducida habitación…
La noche embriagaba todos mis sentidos
Agudizando cada vez más
Cada uno de ellos…

Era consiente de todo,
De todo lo que pasaba a mí alrededor
Incluso de la llama del silencio
Que se extinguía en la oscuridad…

Podía ser consiente
De la inquieta ansiedad
Que invadía mi cuerpo

Consiente era también
Del suave roce de mis lágrimas
Con mis mejillas,
De mis sollozos
Que se ahogaban en tu nombre…

De todo lo falso,
De todo lo real…
Los colores q lograba divisar
Se mezclaban en mis pupilas,
Se mezclaban en los cristales de agua
Que resbalaban sin miedo

Y así como los colores,
Mis sentimientos
También se funden con la realidad…
Se materializan en lágrimas
Que al caer como piedras
Azotan fuerte el piso

¡Y el silencio!
Que no deja de pronunciar tu nombre…
Poco a poco se calla

Y también con tu nombre
Todo así desaparece….
¡Se extingue!
Justo así como la llama que entre mis dedos
Se extingue, sin prisa, en la soledad…

lunes, 2 de febrero de 2009

Hoy es un juego (parte II)




Este post resulta ser la resolución de la lluvia de ideas de nuestro post anterior.
Logramos consolidar el juego y hacerlo nuestro…
Las ausencias de quienes amamos nos pesan en la espalda;
Y las descaradas sombras de los recuerdos danzan,
Fornican y se mezclan en la sinapsis del cerebro…
¡Nos fascina torturarnos!
Y mostrar nuestro lado masoquista escribiendo cosas como la siguiente…

(Pero ¿quién no sabe de eso?)

Disfruten.
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El reloj me observa desde arriba, ¡maldita manecilla! que no se detiene... solo sigue y sigue... como si a cada segundo aquella estuviese dos pasos mas lejos de mi… Tic, tac alrededor de mi mente en la matemática de mi cerebro no dejaba de calcular cuán lejos estaba ahora de mi.
¡Maldito viento que no deja de azotar mis ventanas!


Tras haber encendido el cigarrillo, ese único pensamiento se mantenía constante, le molestaba… porque se había prometido no mencionárselo jamás, así que lo ignoro por un rato, por la rabia del recuerdo que ese mismo pensamiento le había causado... Y el reloj no se detiene.

En las cámaras intrincadas de mi mente rebuscaba sin descanso su ausencia en las esquinas, el putrefacto olor de su síntesis me perseguía. O, ¿era yo quien iba tras el?

En las afueras de su casa ella estaba sentada ahí, inmóvil, esperando en el auto; mientras tenía las manos firmes en el volante su mirada se perdía tras los cristales de la ventana, que pertenecían a esa casa de apariencia abandonada, que siempre le había parecido extraña en todos los aspectos. No sabía si bajar del auto y atreverse a entrar o seguir esperando a que aquel saliera. Ahora, su mirada descansaba en el árbol seco que se asomaba tras la barda descolorida, aún sin saber qué hacer.

Y sus migajas… las alcanzo al fondo de la bolsa del pantalón, ¡puedo saborearle! en cada minúsculo átomo de ellas y me fascina torturarme al preguntarme: ¿Es su sabor tan infinito como el dolor que oprime ahora mis costillas?

El camino de su mente se dividía en varias veredas frente a él, donde cada una de ellas representaba una opción, pero no paraba de preguntarse ¿en qué consistían? ¿Si lo harían olvidar? O si ¿alguna era capaz de mitigar su ausencia? De la única de la cual estaba seguro de cómo acabaría era de esa misma de donde él había partido, aquella de donde su recuerdo provenía. Mientras él se seguía cuestionando, el camino que estaba frente a los ojos de ella, de igual forma se dividía en variadas calles con diferentes direcciones, de alguna forma esas callejuelas le parecían sus opciones ahora, pero ella también sentía esa incertidumbre… ¿De qué tratan esas opciones? ¿En qué consisten? ¿En qué terminan? De la única que ella estaba segura era de aquella que siempre usaban, esa misma que ambos recorría una y otra vez en situaciones similares a esta... esperar.

¿El reloj? Aun sigue; tic-tac… - Esta vez ambos pensaban igual. - ¿El reloj? Solo, sigue… tic, tac… Retumba en mis tímpanos, invade mi tranquilidad… ¿Y tu ausencia? Me Oprime… Junto con el reloj que me mira y me hace ansiarte…

viernes, 30 de enero de 2009

Sin remitente, ni destinatario



Me cobijo entre la ebriedad del sueño, del cigarro, de la droga, del alcohol y del sexo de alguien más, ese alguien que no eres tú y que jamás volverá a ser tu cuerpo… Ya nada me sabe.

Cambio tu rostro por una máscara exagerada de buenos tiempos al llegar a esas memorias que me orillan a extrañarte, más de lo que yo quisiera. Camino en la oscuridad, rebotando entre las paredes y las calles; la vida me arrolla, me pasa de largo arrastrándome; porque me refugio en las caricias pasajeras de los desconocidos para no sentir que aún me hieren tus palabras, esas tan dulces… escudriño un resguardo ilusorio entre los recuerdos de otros, con otros; unos ligeramente más falsos de lo que en verdad son… Es una cosa rara eso de extrañarte, sé que no debo, pero sin querer lo hago… te extraño más que a la embriaguez, de largos sueños dulces de infancia.

Toneladas de confusión me aplastan… me duele haberme sentido doblegada, ya que mi orgullo fue apartado como una tela ligera dejándome desnuda, ¿Cómo pudiste hacer eso?

Ya nada me sabe… la soledad no llena… no me llena; se me hace compañía hastiante sin el recuerdo de tus frescos besos, ahora amargos besos, esos que han dejado llagas en mi piel. Las palabras retumban en mi mente, son un martilleo constante, mi cabeza es reverberación de frases del pasado con lo estruendoso de tu voz y de tus manos, impactándose una y otra vez sobre mí, sobre mi cuerpo; que las siente como hierros hirvientes, dejando marcas de que has estado aquí, has estado en mí… estarás para siempre.

Y lo peor de todo esto es que ya no sé qué es lo que me duele o qué es lo que me debería de doler...

No saber que situaciones o confusiones ocurrieron para las frases póstumas a aquello que se suponía nos era bello, me remuerden, me consumen, me envenenan; porque mi intención no era que me odiaras, ni odiarte yo… jamás fue hacerte daño o herirte de algún modo; pero así pasa, todo lo que toco tiene un final desastroso, no sé qué sucedió, ni cómo paso... para mí las ilusiones son flores marchitas exhibidas en un jarrón.

Ya nada me sabe… Te extraño más que a la embriaguez… ¿Cómo pudiste hacer esto?

miércoles, 28 de enero de 2009

sin embargo, fluye...

me declaro una amante...
amante de detenerme una tarde, agarrar un cuaderno y un lapiz
empezar a dibujar con las letras lo que mi cerebro arma...
y tambien soy una amante de cuestionarme, de ver a mi alrededor
tan solo, preguntar...
¿que, no ven?
la belleza del espacio...


El agua fluye, ¿ves como revolotea contra las pierdas?

-Nada de lo que dices es relevante ¿Qué no te das cuenta? Que a tus palabras se las lleva el

agua…


-Pero, fluye… observa


-Estoy observando y no siento nada nuevo dentro de mi ¿este es uno mas de tus juegos mentales? ¿Hasta donde quieres llegar con esto?


-¿Yo? Llegar y para que, si ya estoy aquí…


-Pero, ¡eso es evidente! Todos estamos aquí


-El agua fluye, entonces ¿no esta aquí?


-Armas tu alguna vez palabras congruentes, que tengan algún significado entre si. O te la pasas enlazando frases a la habitualidad de la existencia…


-Yo no entrelazo, solo observo… ahora dime, ¿Ves adentro de mis ojos?


-Si, son negros, muy obscuros. Me parece que tienes una mirada muy relajada, como si las penas dejaran de abrumarte… ¿No piensas acaso que se acerca la verdad, que la realidad hará que te vayas de fauces contra el piso? Espera, me siento mareada…


-Te abruma la tranquilidad de mis ojos… es extraño que lo haga, mira el agua sigue fluyendo…


-Si, le observo detenidamente… ¿Qué se supone que deba sentir?


-Nada…


-¿Cómo nada?

-Nada, no ves la belleza de la ausencia de materia, el agua que fluye ante tus ojos que es azul por que refleja al cielo… ¿No te parece hermoso?


-¡Cállate! Que por fin he abierto los ojos, puedo apreciar la belleza de lo complejo… ahora tu, acércate, mira adentro de mis ojos ¿Qué ves?


-Mis ojos reflejados en los tuyos, y los que posees tu aun mas oscuros, ¿Son hermosos, sabes? Están llenos de mucha paz…


-Gracias, me siento extraña… ¿y todo esto cuando termina?


-Cuando tu lo desees, solo sigo tus mapas mentales, ¿Qué te provoca ahora?


-Guardar silencio, admirar y escuchar. Todo es tan hermoso cuando a uno le abren los ojos…


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y mi delicada orgia mental podía continuar horas

Ahora ¿Puedo cuestionarme?

Solo se, que el agua sigue fluyendo, con total normalidad…

martes, 27 de enero de 2009

Hoy es un juego

 


Inconnue propuso la idea de que jugásemos un poco con el post, a mi me pareció bien así que este es el resultado. La idea del párrafo no es que tenga en si una coherencia digna, si no de contrastar nuestro método de redacción, por decirlo de una manera (realmente esa Sí era mi idea, pero Kaede de alguna forma logró alterarla pero ¡meh! la deje ser).

Explico en que consistió el juego:
Cada una escogió distintos números del 1 al 8 (eran 10 pero gracias a Kaede la empresa se cambio a 8) y empezamos a decir palabras al azar. Luego, con esas palabras debíamos armar un verso, una línea, una oración, un párrafo pueden llamarlo como quieran (realmente era crear lo que sea que pudiéramos que eso ya es mucho pedirnos). NOTA: es MUY mala idea ver alrededor para encontrar palabras, luego uno termina con el lio de hacer una oración que suene bonito con la palabra “calculadora” (le dije: DEJA DE VER EN TU ESCRITORIO, pero ella no me hizo caso era obvio que decía palabras que veía si no de donde rayos dices calculadora refiriéndote al aparato y más si haces trabajo de estadística, de puro milagro no me salió con formula).

Luego intercalamos los escritos según el número ya ordenadamente.

Al final resulto ser algo, pues, interesante, léanlo inspecciónenlo y opinen si les gusto, o si no les gusto o si creen que fue una perdida de tiempo, da igual.

Llegue a una conclusión, soy minimalista en cuanto a escribir.
-Hey Kaede! La forma de escritura minimalista ¿existe?
- Ah! Pues claro, la acabo de inventar, si no existía…
Copyright de Kaede (¡¿no?! De verdad no se nota)…

Inconnue juega con las expresiones, le da muchas vueltas al estilo y es muy descriptiva, por eso nos amamos tanto (eso cree ella).

¿Dudas?

Aguántense (o pregúntenle a Kaede que le tuve que repetir las cosas como dos veces ¡ja!).

Bueno, me callo ya (¡pff, mano! ¡Ya era hora!)… Aquí está el resultado:

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Una ultima cosa…
MUERE INCONNUE
Gracias…
(Quisieras…)
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El reloj me observa desde arriba, ¡maldita manecilla! que no se detiene... solo sigue y sigue... como si a cada segundo aquella estuviese dos pasos mas lejos de mi…

Tic, tac alrededor de mi mente en la matemática de mi cerebro calculaba cuan lejos estabas de mi.
¡Viento que azota mis ventanas!

Tras haber encendido el cigarrillo, un solo pensamiento se mantenía constante, y eso le molestaba, porque se había prometido no mencionárselo a si mismo jamás, así que lo ignoro por un rato, por la rabia del recuerdo que ese mismo pensamiento le había causado.

En la cámara de mi mente rebuscada tu ausencia en las esquinas, el putrefacto olor de tu síntesis me perseguía, ¿o era yo, quien iba tras el?

Sentada ahí, inmóvil, esperando en el auto su mirada se perdía tras los cristales de una extraña ventana, que pertenecía a una casa de apariencia abandonada, un árbol seco se asomaba tras la barda.

Y tus migajas, las alcanzo al fondo de la bolsa del pantalón, ¡puedo saborearte! en cada minúsculo átomo de ellas y me fascina torturarme al preguntar ¿es tu sabor tan infinito como el dolor que oprime mis costillas?

El camino se dividía en varias veredas frente a él, y cada una de ellas representaba una opción, pero ¿en qué consistían? ¿en que terminarían? o ¿de que tratarían esas opciones?, la única de la cual estaba seguro de cómo acabaría es la del camino de donde él provenía.

Por otra parte, aun no estaba del todo seguro de cómo sería o como lo lograría, no sabía si sería lo correcto, lo más atinado, pero esa sensación de alivio que le daba esa ligera idea ilusoria era su único consuelo por ahora, por nefasto que fuera.